jueves, 15 de febrero de 2018

Un consuelo que nubla la razón

La alcaldesa de Barcelona organizará un acto de homenaje a los familiares de los presos y fugados independentistas, pese a que su situación se debe a la aplicación del Estado de derecho, en el caso de los primeros, o al intento de eludirlo, en el segundo. La noticia podrá gustar más o menos, pero no debiera sorprender a nadie. La socia política de Pablo Iglesias y la formación que la sustenta se han significado a los largo de estos años por apoyar el proceso soberanista, especialmente cuando este se encontraba en horas bajas, como parece ser el momento actual.

Por tanto, no merece más comentario lo hecho por Ada Colau, salvo por un detalle del comunicado del Ayuntamiento de Barcelona dando cuenta del recibimiento preparado. Textualmente, el consistorio municipal señala que “se compromete a recibirlos y a ponerse a su disposición para facilitarles el apoyo emocional y psicológico que necesitan”.

Uno de los valores más excelsos de la izquierda política ha sido la solidaridad, que ofrece multitud de ejemplos en los dos siglos de la contemporaneidad transcurridos cada cual más noble. Pero, ya no se trata de ello, sino de consuelo, entrando de lleno en el terreno de los sentimientos, incorporando condicionantes emocionales al análisis. Esta característica parece ser consustancial a una nueva izquierda que además tiene a gala despreciar la hasta ahora existente. Esa es la novedosa guía que condiciona toda actuación. 


Un consuelo que, no lo duden, nubla la razón. 

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