lunes, 31 de julio de 2017

La tragedia socialista

La tragedia socialista tiene un protagonista: Pedro Sánchez. Y es una tragedia anunciada, al modo de las clásicas, en la que los personajes no pueden evitarla, ante un irresistible destino que quedó marcado cuando los electores socialistas le devolvieron a la dirección de Ferraz.

Ha pasado mes y medio desde que Pedro Sánchez ha vuelto a ser secretario general del PSOE y el partido presenta unas fracturas territoriales peligrosas. El giro nacionalista impulsado por el dirigente, concretado en ese concepto difuso de plurinacionalidad, ha vuelto a enfrentarle con su rival interna, Susana Díaz, quien desde Andalucía se niega a dar un paso más que no contemple el federalismo clásico. Por contra, otro de sus enemigos, Ximo Puig, el presidente de la Comunidad Valenciana, se ha sumado entusiásticamente a la propuesta de Sánchez e incluso propone que la federación valenciana del PSOE se convierta en un partido diferente, como lo es el PSC en Cataluña, que desde hace décadas aboga por la plurinacionalidad.

La fractura es de calado y también la tragedia. Porque sin el voto masivo del electorado socialista en Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, el PSOE nunca volverá a la Moncloa, condenándole a ser el mozo de espadas de Podemos.
a

jueves, 27 de julio de 2017

Totalitarismo

Imagino que muchos catalanes habrán tomado nota de como se las gasta la minoría mayoritaria que les domina. Y habrán atisbado el futuro que les espera si el proceso soberanista se ve coronado por el éxito y la República catalana se asienta. 

Lo digo por el trágala totalitario visto ayer en el Parlament con la reforma de su reglamento, impuesta por los tres formaciones independentista. A partir de ahora se limitarán sustancialmente las labores de control de la oposición en el legislativo catalán, lo que supone un ataque en toda regla a la democracia.

Lo ha expresado muy bien, la diputada Anna Gabriel, de la CUP, una de las tres formaciones que imponen su rodillo, criticando a la oposición por defender los derechos de los parlamentarios. "Es incoherente defender el derecho de los diputados y las minorías, y no el derecho de autodeterminación de los pueblos".

Y por supuesto que ellos son los que deciden quienes son el pueblo. La Historia tiene muchos ejemplos en el pasado. Los más graves consistieron en subir en trenes a aquellas minorías que no encajaban en los sueños de las mayorías y enviarlas en dirección a Auschwitz.

miércoles, 26 de julio de 2017

Todo unos demócratas

La noticia la conocerán ustedes: Podemos entrará en el gobierno de Castilla-La Mancha, compartiéndolo con el PSOE. Se tratará del primer ensayo de cara a un futuro nacional que permita a la izquierda derrotar democráticamente al PP y alcanzar la Moncloa. Es decir, hacer realidad la consigna: echar a Rajoy.

Para Podemos haber dado tal paso en Castilla-La Mancha supone una rectificación de su estrategia, al menos de la mantenida hasta ahora por Pablo Iglesias, quien como recordarán ganó Vista Alegre II, imponiéndose a los más pragmáticos liderados por Íiñigo Errejón. De hecho, supone la aceptación de la primacía socialista en el seno de la izquierda, al menos en aquella comunidad autónoma. Una preponderancia no asumida en aquel cónclave por la mayoría de los votantes de la formación moderada, que apostaron por una estrategia combativa frente al PSOE, en contra del criterio de los errejonistas.

Se trata, pues, de un ejemplo de cómo las elites dirigentes de Podemos consiguen variar el rumbo establecido por sus bases. Sin duda, que tal imposición acerca a Podemos al modelo de partidos tradicionales, donde sus dirigentes y cuadros más cualificados orientan a la formación para alcanzar sus objetivos.

Pablo Iglesias no solo se ha mostrado entusiasmado con la idea de entrar en minoría en un gobierno socialista, sino que de cara a mantener las apariencias insistió en que la decisión debía ser respaldada por los militantes de Podemos en Castilla-La Mancha. Ya saben ustedes que la democracia participativa, también denominada democracia directa, es un magnífico instrumento para imponer voluntades. Si no que se lo pregunten a tantos que han hecho en el presente y en el pasado de los referendos un arma en su propio beneficio.

Los resultados de tal consulta en Castilla-La Mancha han sido recibidos con alivio por la dirección del partido a nivel nacional y aireados como una prueba de fidelidad a sus principios. 3.562 militantes, un 77,9% de los votantes, han respaldado entrar en el gobierno, mientras que solo 1.006, un 22% ha votado en contra. 

Sin embargo, Podemos ha cuidado mucho que no se difundiera el dato de participación. Es decir, dar a conocer cuántos militantes de la formación han participado en esta nueva muestra de democracia directa. Hoy, por fin, he conseguido enterarme: un mero 48%. Es decir, ni la mitad de los miembros de Podemos ha votado y por tanto tampoco han respaldado el pacto con los socialistas para entrar en el gobierno de Castilla-La Mancha. Los 3.562 militantes favorables son solo el 37% del total de Podemos en aquella región.

En suma, la dirección de Podemos, esa elite liderada por Pablo Iglesias, ha impuesto la entrada en el gobierno castellano-manchego en una posición subalterna con respecto al PSOE, pese a los aprobado mayoritariamente en Vista Alegre II, y sin el apoyo de la mayoría de los militantes de la formación en Castilla-La Mancha.

¡Todo unos demócratas! Sin duda. 

martes, 25 de julio de 2017

¡Ya era hora!

Por fin nuestros partidos políticos han sido capaces de ponerse de acuerdo y sacar adelante un unánime pacto de Estado contra la violencia de género. ¡Ya era hora! 

Sin duda que se podría haber hecho más, pero el solo hecho de que todos los parlamentarios estén de acuerdo otorga a la medida un plus moral a la iniciativa. Ésta contempla medidas penales, pero también educativas.

Ahora iré con éstas últimas, las más importantes, bajo mi punto de vista. Pero antes, debo decir que echo en falta un replanteamiento de la política comunicativa. Sinceramente creo que la actual es manifiestamente mejorable y deberíamos ir a un modelo que sin retrotraer al silencio no facilite el efecto contagio. Es decir, mantener e incluso incrementar la denuncia, pero desde otras variables comunicativas. Ahí, habría que explorar la capacidad disuasiva de los relatos en primera persona de las mujeres víctimas de la violencia.

Ello con ser relevante, tampoco supondrá el fin del feminicidio. A este solo se puede aspirar mediante la educación y tras un tiempo de práctica. No será de la noche a la mañana que determinados comportamientos desaparezcan. Se necesitará un tiempo de instrucción y dejarnos de planteamientos buenistas respecto a la naturaleza humana. Eso sin duda ocasionará muchas perturbaciones en el mundo educativo y probablemente un replanteamiento de las infinitas bondades de la Ilustración, paradigma en el que llevamos más de dos siglos.

Hablando de educación, nuestros parlamentarios deberían coger carrerilla e intentar un pacto en esa materia, que fijase las líneas esenciales de la misma para la próxima generación. Y entre ellas, la lucha contra la violencia de género.
 

lunes, 24 de julio de 2017

Justicia para Angrois

Hoy, cuarto aniversario del accidente ferroviario de Angrois, en el que murieron 80 personas y otras 144 resultaron heridas, los familiares y víctimas conmemoran aquel fatídico día que les cambió la vida. Y lo harán reivindicando la ampliación de las responsabilidades penales y políticas por aquel suceso.

Más que el giro del PSOE de Pedro Sánchez en este asunto, ha sido la intervención de la Unión Europea, quien ha pedido a España que aclare aquel hecho, lo que ha dado una luz de esperanza a los afectados. Es inadmisible que en un Estado de Derecho no se haya constituido una comisión de investigación parlamentaria que, más allá de los aspectos judiciales, dirima la responsabilidad del Estado por las deficiencias en la vía férrea. En concreto, por no tener en aquella fatal curva sistemas apropiados a la alta velocidad.

Esa carencia debe ser dilucidada y los responsables políticos de entonces deben asumir sus erorres por omisión. No es admisible que toda la responsabilidad se descargue en el conductor del tren, por mucha velocidad que llevase y que por despiste no corrigió antes de entrar en la curva. Penalmente, Francisco José Garzón es culpable, pero debe investigarse judicialmente porque ADIF y RENFE no tenía establecido un sistema que hubiera parado el tren al detectar la desproporcionada velocidad con la que viajaba. 

Y paralelamente a la actuación judicial, cabe dilucidar las políticas. En sede parlamentaria. Así, en el quinto aniversario, el Estado podría ofrecer a esos familiares lo único que ya puede hacer: Justicia.

viernes, 21 de julio de 2017

La foto de Capa

Ayer les hablaba del mundo posmoderno en el que vivimos, aquel caracterizado por el subjetivismo y en el que la imagen termina por imponerse a los hechos. Hoy les voy a escribir de otro ejemplo.

El Ayuntamiento de Madrid ha decidido proteger la vivienda que en la Guerra Civil el célebre fotógrafo Robert Capa retrató en Entrevías en un reportaje que hizo sobre las consecuencias de los bombardeos que sufrió la capital a manos de la aviación alemana, aliada del bando sublevado. Recordarán la foto: una humilde casa de ladrillo con su fachada llena de impactos y destrozos. Dos niños y una mujer aparecen en la escena, confiriendo a la imagen una potencialidad muy grata a nuestra época.

El consistorio después de una movilización vecinal a la que se han sumado insignes poetas, como Luis García Montero, e historiadores, como Julián Casanova, ha incluido el inmueble en el catálogo de bienes protegidos, con la intención de evitar su desaparición. 

El problema es que esa casa, de una evidente antigüedad, solo podría ser calificada hoy en día como infravivienda, malviviendo en ella 14 familias.

¿No seria más sensato construir sobre ella un nuevo inmueble con mejores condiciones para sus inquilinos, empleando el ayuntamiento las medidas sociales necesarias?

La imagen de la barbarie franquista está garantizada gracias a Capa. No es necesario, pese a la posmodernidad, convertir un icono fotográfico en un fardo del pasado, máxime porque los efectos de la destrucción de la guerra sobre tal inmueble fueron reparados hace muchos años. No se trataría de dejar en pie una ruinas como recordatorio a todos del sinsentido de aquella guerra, como se ha hecho en Alemania con algunos inmuebles, sino dejar para el futuro una casa reparada que no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad. 

El sentimentalismo, otro rasgo de la posmodernidad, no debería nublar nuestro raciocinio.

jueves, 20 de julio de 2017

A cara descubierta

En el mundo posmoderno en el que vivimos, los presupuestos del idealismo absoluto, aquel que hace del subjetivismo su santo y seña, inciden en la importancia de la imagen, incluso por encima de los hechos. Viene esto a cuento, ante la entrada de la Guardia Civil hoy en el Palau de la Generalitat y en la sede del Parlamento catalán.
.
Los hechos son muy claros: los agentes en cumplimiento de una orden judicial han efectuado sendos registros en busca de material inculpatorio en el caso de corrupción conocido como el del 3 por ciento. Por tanto nada que ver con el denominado proceso soberanista.

Pese a ello, los independentistas intentarán ligar ambas cosas, presentando la entrada de la Guardia Civil como un nuevo ataque a la soberanía catalana. Por ello, no estaría de más cuidar la imagen. Y hoy ver a esos guardias embozados y con ropas de sport no ayuda. Con la cara descubierta y con un mayor formalismo en el vestir, sin tampoco tener que recurrir al uniforme, hubieran hecho un mejor servicio. 

miércoles, 19 de julio de 2017

De bruces con la realidad

Donald Trump ha vuelto a darse de bruces con la realidad. En concreto, con la complejidad que supone gobernar no solo a un Estado, sino a la primera potencia mundial. Su proyecto estrella, consistente en eliminar la mínima asistencia médica lograda por su antecesor Obama, ha vuelto a naufragar en el legislativo estadounidense.

Quedan así evidenciadas diversas consideraciones. La primera y más elemental es que una cosa es criticar desde fuera del sistema y otra gobernar atendiendo las múltiples dificultades existentes en un Estado de Derecho.

La segunda valora el sistema de contrapoderes consagrado por la constitución estadounidense. El presidente, por mucha legitimación democrática que tenga, tiene que gobernar con los representantes del poder parlamentario. Sin su apoyo, no consigue que sus decisiones tengan el respaldo legislativo, por lo que su Presidencia se convertirá en anodina.

Y la tercera hace referencia a lo saludable que sería para la Humanidad que el máximo dirigente de la primera potencia mundial tuviera una capacidad intelectual y académica adecuada, no fiando todo a la mera elección de sus ciudadanos, los únicos que disfrutan del derecho de voto en un país, cuya hegemonía mundial es incuestionable. Al menos, hasta ahora, ya que el presidente Trump acelerará su decadencia.

martes, 18 de julio de 2017

Los soldados del referéndum

La decisión de abandonar la dirección de la policía catalana de Albert Batlle y el consiguiente control por parte de la Generalitat de los Mossos d`Esquadra supone en la práctica una grave erosión del Estado de Derecho en Cataluña. Batlle había expresado en público algo de perogrullo en una sociedad democrática: la policía está a las órdenes de los jueces y en esa medida si un magistrado le pedía la detención del mismísimo presidente de la Generalitat, los agentes cumplirían con su deber. El principio de que nadie está por encima de la ley, básico en un Estado de derecho, estaba, pues, garantizado.

Eso queda ahora invalidado. Al frente de los Mossos, la Generalitat ha situado al independentista Pere Soler. Más allá de su ideario, algo que no debería ni favorecer ni perjudicar sus aspiraciones político-institucionales, existen unas sombras inquietantes en el nuevo director de la policía, quien siente pena por los españoles y no mantiene ninguna duda que el 1 de octubre habrá un referéndum que dará la independencia a Cataluña, independientemente de que se quiebre definitivamente el Estado de Derecho.

Según se incrementa el tono épico en el independentismo, decrece la calidad democrática de su proyecto. Otro ejemplo: el de Marta Pascal, la coordinadora del PDECAT, la antigua Convergència, uno de los partidos que sustentan al gobierno de Puigdemont, que ha hecho un llamamiento a los fieles de prietas las filas, invocando a los soldados del referéndum.

Terrible, porque es evidente que las instituciones catalanas se deslizan hacia el totalitarismo.

lunes, 17 de julio de 2017

Dejemos de echar balones fuera

Emmanuel Macron, el flamante presidente de Francia, ha vuelto a estar a la altura de las circunstancias, reconociendo ante una visita de autoridades israelíes a París la responsabilidad de su país en las deportaciones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, sin intentar ampararse en los nazis alemanes. 

"Fue Francia la que organizó la redada y la deportación, y por tanto la muerte de 13.152 personas de confesión judía, arrancada de sus domicilios el 16 y el 17 de julio de 1942", ha señalado taxativamente el jefe de Estado francés. Aquellos sucesos, conocidos como los del Velódromo de Invierno de París, finalizaron con el envío al campo de exterminio de Auschwitz de los detenidos, entre los que había 4.115 niños.

Durante años y en aras del discurso oficial basado en una Francia heroica que luchó en la Resistencia contra los nazis, cualquier sospecha de colaboracionismo con los alemanes durante aquel conflicto era silenciada. El relato canónigo hablaba de una Francia cuasi homogénea que le plantó cara al Tercer Reich, cuando de hecho los colaboracionistas abundaron, como evidencia el Régimen de Vichy. Pero, no solo eso, sino que, tal como la redada del velódromo atestigua, los propios franceses, por propia iniciativa, sin ampararse en la colaboración, enviaron en los trenes de la muerte a más de una decena de miles de judios.

Y no lo hicieron cumpliendo órdenes de los nazis, como unos meros colaboracionistas, sino porque creían en la superioridad étnica y consideraban justificable exterminar a los judíos. Por racismo, en suma.

Y no solo con los judíos, como evidencia el ejemplo del trato dado a los centenares de miles republicanos españoles en 1939, antes de la ocupación nazi, que vivieron un segundo infierno tras la Guerra Civil. Los campos de internamiento habilitados cerca de la frontera, como el de Argelès sur Mer, relatado por Sonsoles Ónega en su última novela, muestran con toda crudeza hasta que punto los prejuicios racistas estaban instalados en la sociedad francesa.

A la par que la magnífica Francia, nacida de los ideales de la revolución de 1789, el gran logro de la Ilustración, en los que muchos nos seguimos identificando, ha existido otra, anclada en el peor pasado de la Humanidad. Y sigue existiendo. Si alguien lo duda que reflexione sobre el Frente Nacional, capaz de colocar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a una candidata propia.

Lo digo porque no querer ver la realidad suele traer funestas consecuencias. En Francia, pero también en todos los países de nuestro entorno, así como en la propia España, anidan las peores expresiones de la condición humana, que pese al propio sueño ilustrado, continúan siendo hoy en día muy abundantes. El mal está dentro. Dejemos, como Macron, de echar balones fuera. 

viernes, 14 de julio de 2017

Inestabilidad permanente

Asistimos a la enésima crisis de los dirigentes del proceso independentista catalán. Una pugna en la que hay de todo: personalismos, miedos, suspicacias, etc. Nada ajeno a la condición humana. Pero hoy quiero denunciar la inestabilidad permanente que vive Cataluña desde hace cinco años, cuando se inició la deriva independentista, cuya marejada amenaza ya a la propia Cataluña.

jueves, 13 de julio de 2017

Trágica condena

La condena a nueve años de cárcel para el expresidente brasileño Luiz Inácio da Silva por corrupción debe movernos a reflexión sobre la condición humana.

Vayamos primero con los hechos. Un juez ha considerado culpable al exmandatario por haber aceptado y reformado una casa de tres plantas en la zona costera de Sao Paulo, valorada en un millón de euros, pagada por una constructora a cambio de la concesión de contratos públicos. Es verdad que el tal magistrado, llamado Sergio Moro, es un viejo enemigo personal de Lula da Silva, pero tiene pendientes otras cuatro sentencias, todas ellas relacionadas con el caso Petrobras, en las que la fiscalía brasileña investiga a la empresa petrolera estatal. Tanto la sentencia condenatoria, como las restantes, son recurribles, por lo que no son firmes a día de hoy. motivo por el que Da Silva no ha ido a la cárcel.

También es relevante señalar que Lula fue el primer presidente de la historia brasileña genuinamente de izquierdas y que en sus ocho años de mandato sacó de la pobreza a unos 30 millones de brasileños, sobre una población total de 200 millones. Ese es sin duda su mayor logro, que podría ayudarle a volver en 2018 a la Presidencia de Brasil, siempre y cuando no sea firme ninguna de las condenas que acumule. 

Y ahora hablemos de las miserias humanas. A preguntarnos como es posible que un mandatario que fue la luz del progresismo a finales del siglo XX pueda incurrir en la bajeza de la corrupción, siempre que se confirmen los hechos mencionados. ¿Qué lleva a un gobernante respetado a venderse por una casa en la playa?

Es difícil responder a ello. La Ilustración negó que el ser humano fuera malo por naturaleza y abrigó la esperanza de que la cultura y el progreso llevarían a la Humanidad a un estadio superior en la que se alcanzaría así la moralidad en las actuaciones de sus integrantes. Pero tal axioma presenta erosiones, que el ejemplo de Lula pone en evidencia. ¡Trágicamente!

miércoles, 12 de julio de 2017

Al final, el dinero

Parece que el principal, o al menos el más inteligente, instrumento del que dispone el gobierno para impedir que la Generalitat imponga un referéndum es de carácter crematístico e incide en el temor de sus promotores a tener que devolver de su bolsillo el dinero público empleado en tal convocatoria.

De tal manera que las desavenencias entre los dos socios gubernamentales del ejecutivo catalán son debidas a la decisión de quién asume tal responsabilidad, tal como ha quedado evidenciado en la enésima disputa entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. 

La iniciativa de la fiscalía de acudir al Tribunal de Cuentas para reclamar a Artur Mas y los exconsejeros Francesc Homs, Irene Rigau y Joana Ortega los más de cinco millones de euros gastados en el referéndum de 2014, ha sembrado de intranquilidad las filas independentistas, resquebrajando aún más la cohesión entre ellas.

No ha sido por tanto el miedo a aplicar el artículo 155 de la Constitución, aquel que reserva al gobierno, mediante su aprobación por el Senado, la capacidad de suspender competencias autonómicas, sino el temor a perder dinero, lo que está suponiendo mayores problemas para el proceso independentista.

De ello, extraigo dos consecuencias. La primera incide en aprovechar la experiencia e imbricar legalmente aún más la relación entre gasto público y responsables políticos, de tal manera que en cualquier administración exista una claridad máxima sobre quién decide el más mínimo empleo de dinero público. Sin duda, que tal medida facilitaría la lucha contra la corrupción.

La segunda incide en la miseria de la condición humana. Ni la épica de la liberación nacional, ni la lucha contra la opresión, ni la defensa de los derechos, entre ellos por supuesto el más importante de todos, el de autodeterminación, ni ninguna otra patraña que llevamos escuchando desde hace tiempo, tiene nada que hacer, ante lo único que parece importar: el bolsillo.

martes, 11 de julio de 2017

Ridículo ante el referéndum

El ridículo que las formaciones de la órbita de Podemos están haciendo con respecto al referéndum que pretende imponer la Generalitat el 1 de octubre en Cataluña, parece inagotable. Hay unos, como la federación orgánica de Podemos en aquella comunidad, que anima a participar en la consulta y le otorga todas las garantías plebiscitarias, extremo este último que no respalda el propio secretario general de la formación, Pablo Iglesias. En cambio, los socios de Podemos, Catalunya en Comú, liderado por Xavier Domènech, solo considera la consulta prevista como una manifestación más del defendido derecho de autodeterminación. Sin embargo, el activo político más relevante de los citados comunes, Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, va más allá y anuncia que el ayuntamiento de la ciudad condal dará todas las facilidades para el referéndum.

Tal galimatías solo puede pasar factura a la nueva izquierda, aunque haya analistas que lo consideran calculado para lograr hacerse con más votos en las inevitables nuevas elecciones que se celebrarán tras el fallido 1 de octubre.

Veremos. El único precedente existente fue la posición de la izquierda clásica, la representada por el PSC, que en el anterior proceso refrendario, el de 2014, sufrió lo indecible por no adoptar una posición clara frente al demagógico derecho a decidir y condenó a los socialistas a unos resultados desastrosos en los siguientes comicios.

lunes, 10 de julio de 2017

Turquía

Las imágenes de la multitudinaria manifestación celebrada ayer en Estambul invitan al optimismo en Turquía. No todo está perdido ante un régimen populista, cimentado en referendos, con el que el actual presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, pretende imponer un estado islamista y que ha llevado a la cárcel a numerosos opositores y periodistas.

Los numerosos congregados ayer en las orillas del Bósforo, ese estrecho que une Europa y Asia, reclamando justicia, permiten constatar que sigue existiendo una Turquía laica y democrática, frente al modelo confesional y plebiscitario del dirigente que quiere convertir a esa república en una satrapía más de Asia.

Los demócratas europeos no solo debemos alentar esa llama, sino atraerla a Europa, donde ese país tiene una de sus dos almas.

viernes, 7 de julio de 2017

España, plurilingüe



El debate territorial español se ha visto condicionado estas semanas pasadas por la propuesta del nuevo PSOE dirigido por Pedro Sánchez de incorporar en la Constitución un reconocimiento de la pluralidad nacional española. 

Personalmente no creo que ese sea el camino que permita a España superar sus contradicciones territoriales. Y no lo creo, porque dejará insastifechos a los defensores de tal término, mientras que a sus detractores les provocaría un visceral rechazo. No suscribo, pues, en la calidad taumatúrgica de tal concepto, salvo que a la par que la Constitución reconociera la diversidad nacional, los estatutos de autonomía catalán, vasco y gallego admitieran la propia plurinacionalidad interna en sus respectivas comunidades. Es decir, se trataría de admitir por todos que la contrucción nacional española es incompleta, como también lo es la vasca, la catalana y la gallega. Pero, la aceptación de tales limitaciones es difícil que deje satisfachos a sus respectivos nacionalismos.

Y ello es debido al carácter emocional de las naciones, difícilmente evaluable. Otra cosas son las lenguas, mucho más objetivables. Uno tiene una lengua materna u otra, pero en ese aspecto las dudas son inexistentes. Mi propuesta es, pues, que la Constitución reconozca, en vez de la plurilnacionalidad, la realidad plurilingüe española, con cuatro idiomas que deberían ser reconocidos en su plena oficialidad: castellano, catalán, gallego y vasco.

Es decir, que cualquier ciudadano pueda exigir, en cualquier lugar de España, que sea respondido por cualquier administración y organismo judidicial en el idioma que él prefiera, entre los cuato mencionados. Ese, y no otro, fue el mayor logro de las reformas de Trudeau padre en Canadá, estableciendo el bilingüísmo oficial entre el francés y el inglés y cimentando la solución del prolema territorial de ese país americano, hasta el punto que algunos expertos consideran que Canadá ha sido el primer estado que ha conseguido dejar atrás el modelo de Estado-nación que desde hace más de un siglo ensangrece el mundo.

Por supuesto, que el reconocimiento de la pluralidad lingüística no supondra la maravillosa panacea resolutiva. Ni en Canadá lo fue, como muestran las tensiones nacionalistas de los quebequeses, derrotados en dos referendos, pero sí ha ayudado a resolver su problema territorial, como aquí ocurriría.

Eso no quiere decir que la propuesta plurilingüe para España no tenga dificultades. La primera, el sentimental rechazo de la inmensa mayoría de los valencianos a aceptar que su lengua es el catalàn. Y otras radican en qué hacemos con lenguas muy minoritarias, como el bable y el aragonés.

Problemas difíciles de superar, pero que no deben desanimar. Una plena igualdad de trato y de apoyo por parte del Estado a las cuatro lenguas mencionadas y su uso en altas instituciones, como el Senado, ayudarán indudablemente a cortar el nudo gordiano que atenaza a España desde su comstrucción como Nación hace dos siglos.

Solucionado éste, ya solo quedaría el problema del reparto fiscal, otra enorme dificultad, pero que es aún más objetivable y por tanto solucionable mediante negociación. Todo aquello que no aleje de los senimientos y nos centre en lo racional, ayudará a la solución.

jueves, 6 de julio de 2017

El enemigo, en casa


El gobierno de España negocia con las autoridades comunitarias europeas el traslado de la Agencia del Medicamento a Barcelona, una vez que su antigua sede, en Londres, tendrá que cerrar, después de que los británicos aprobaran en plebiscito el brexit, con lo que el Reino Unido perderá las ventajas de contar con un millar de empleados adscritos a tal organismo y todos los puestos indirectos de trabajo que acarrean,

Será una de las consecuenias inmediatas de aquel referéndum. España maniobró desde el día siguiente a aquella votación, proponiendo que Barcelona, Cataluña y toda España se beneficien del error cometido por los británicos. A favor de la pretensión española está el hecho del potencial de Barcelona y la circunstancia de ser esta ciudad una de las más conocidas en todo el mundo, debido a su reclamo turístico.

Pero en contra tiene el proceso independentista en el que están embarcados los dirigentes institucionales catalanes . Desde Bruselas se recuerda que en el caso de independizarse Cataluña, la hasta entonces región abandonaría la Unión Europea, por lo que no tendría sentido trasladar un organismo comunitario a un territorio que dejaría la Unión Europea.

De tal manera que el principal enemigo a la posibilidad de que Barcelona sea sede de la Agencia del Medicamento es el gobierno catalán. Tal vez haya llegado el momento no solo de exigir responsabilidades a unos dirigentes por los gastos dilapidados en las consultas celebradas, unos seis millones de euros, y en las previstas, sino también por todas aquellas inversiones frustradas por el proceso soberanista.

miércoles, 5 de julio de 2017

La frontera de Binéfar



Al poco de entrar en la provincia de Lleida, el paisaje predominante de bosque mediterráneo, con sus pinos omnipresentes, desaparece. A diferencia de Barcelona y Girona, el arbolado del territorio catalán más continental es el matorral mesetario y los árboles frutales, así como abundantes cultivos, desapareciendo eso sí la profusión de vides de las provincias costeras.

Viniendo del litoral, Lleida se presenta así como una transición, confundiéndose con las provincias aragonesas. Yendo po la carretera que une la última capital catalana con Huesca, hay un momento, cerca de Binéfar, que sin cambio alguno orográfico, aparece la señal de entrada en la Comunidad de Aragón.

A un lado y otro de la misma, abundan las explotaciones agrarias y las casas de campo ligadas a ello. Sus habitantes son gentes que generación tras generación han convivido sin mayores problemas, que los ligados a la común existencia humana.

Ahí es donde los independentistas catalanes quieren establecer, en 2017, una frontera, una nueva en la vieja Europa. Y lo quieren hacer mediante un referéndum sin garantías, sin un mínimo número de votantes. De tal manera que con un solo participante de tal plebiscito, este estaría legitimado en el caso de que votara sí a la secesión.

Me viene a la memoria, el voto irreflexivo del DUP norilandés al brexit. Los unionistas británicos, mayoritarios en el Ulster, han mantenido durante siglos su dominio en Irlanda del Norte gracias a su mayoría poblacional sobre los irlandeses, incluso durante las terribles décadas de la violencia terrorista. Pero desde los acuerdos de paz del Viernes Santo, los protestantes aprendieron las ventajas de la inexistencia de una frontera que separara a las dos irlandas, disfrutando de su eliminación práctica.

Tras votar el brexit, repararon en el contrasentido que implicaría que la Unión Europea quisiera restablecer tal frontera, alegando que no puede dejar tal agujero de miles de kilómetros. Entonces, negociaron con la primera ministra británica, Theresa May, para aplicar en este caso un brexit blando, decisión que en cualquier caso compete también a Bruselas y a Dublín, la capital de la República de Irlanda. La decisión final será pues objeto de duras negociaciones y en cualquier caso supondrá una regresión para los habitantes de las dos irlandas.

Todo ello me vino a la memoria, mientras atravesaba en coche el límite entre Lleida y Huesca, y observaba con conmiseración a los habitantes de aquellos parajes, amenazados por una nueva distopía pergeñada desde los despachos en tremendas ensoñaciones, que en realidad amenazan con convertirse en pesadillas.

martes, 4 de julio de 2017

Manresa

Manresa es el prototipo de núcleo urbano medio de Cataluña. Una pequeña ciudad de provincias ensimismada en si misma, con apenas 75.000 habitantes.

Manresa es la capital de la comarca del Bages, una zona con una presencia relevante carlista durante el siglo XIX y hoy en día nacionalista. Tiene por tanto una larga tradición de formas de vida apegadas a la costumbre, de usos tradicionales que desdeñan todo lo foráneo, mientras desde sus calles se contempla la omnipresente montaña de Montserrat.

De hecho apenas cuenta con hoteles, lo que hace difícil la presencia de turistas, que puedan perturbar su ansiada calma en la que el tiempo parece haberse detenido. Esa es la impresión que uno tiene cuando recorre sus calles. 

Su barrio medieval, el origen del núcleo urbano, tiene callejuelas de interés, pero aún más lo muestra el ensanche burgués, lo que demuestra que el dominio carlista tan poco fue tan exclusivo. Pasear por ese barrio liberal es todo un placer, como hicimos mi esposa y yo, admirando los edificios modernistas, como el del casino. O uno más neoclásico, antiguo teatro, donde hoy existe un espacio gastronómico, donde uno puede degustar los productos de la zona con una elaborada preparación.

Hablamos con aquellos hosteleros, en los que adivinamos una tristeza inagotable por vivir en un lugar tan cerrado al mundo. Lo que ganarían ellos y lo que disfrutarían tantos, que como nosotros, acudimos a Manresa. Tan solo pudimos expresar nuestra esperanza de que algún día caigan las fronteras mentales antes de que desgraciadamente antecedan a las políticas.

Montserrat

Montserrat es la montaña mágica que el nacionalismo catalán reivindica como uno de sus más potentes símbolos. Una montaña que se presta a interpretaciones sobrenaturales debido a su particular orografía, a su contorno en forma de dientes de sierra y a las abundantes agujas y quebradas que conforman su perfil recortado por el cielo. Todo ello ha convertido a Montserrat en materia de mito humano, constatándose  la presencia de santuarios desde muy antiguo.

De todos ellos, el más célebre es la abadía benedictina, que custodia la imagen de la Moreneta, la célebre imagen de la Virgen. Además de las labores religiosas, sus monjes se han destacado en las últimas cuatro décadas por apoyar el catalanismo. Ya desde el tardofranquismo fue así y solo cabe recordar las ascensiones a la montaña de personas, como Pujol, que luego ocuparían cargos relevantes en la democracia.  

Sin embargo, una visita a la basílica desmitifica la visión apropiadora del nacionalismo, por mucho monje que la pueda impulsar. Desde el simple hecho de admisión de la diversidad que revela el que en una vitrina principal convivan la senyera -sin estrella alguna- y la rojigualda, hasta la relevancia que se otorga a personajes históricos, como el emperador Carlos o a san Ignacio de Loyola, quien se inspiró en sus célebres ejercicios espirituales contemplando la montaña, desmienten un universo mental limitado al nacionalismo.

Y no es de extrañar, porque la abadía y no digamos la propia montaña es anterior a la existencia del nacionalismo. Tal verdad de perogrullo conviene decir en estos tiempos. De hecho, la Virgen de Montserrat es patrona de Cataluña desde tan solo 1881. ¿Y eso por qué?, cabría preguntarse a una mente despierta y desprovista de estereotipos. Pues, porque antes de esa fecha no era relevante para los humanos de los alrededores tener como necesidad la existencia de una patrona de Cataluña. Aquellos seres humanos aún no habían convertido Cataluña en una categoría identitaria y mucho menos nacional.

Eran creyentes, cristianos. Y Montserrat, era aún la montaña mágica del Tradicionalismo, del Carlismo, de aquellos que anteponían su fe religiosa a cualquier otra consideración, también por supuesto la identitaria. Y una visita a la basílica permite comprender esa dimensión tradicional, más que la posterior nacionalista, de Montserrat.

Y esto también conviene explicitarlo, porque ya se sabe el poder del nacionalismo de apropiarse de todo. También de Cataluña.

sábado, 1 de julio de 2017

Habaneras de Palafrugell



Este fin de semana se celebra en Calella de Palafrugell un festival de habaneras de los más renombrados. Durante estos días, en un escenario levantado en la playa y con un bello fondo marítimo, esas canciones con fuerte sabor americano se cantan en la localidad de la Costa Brava, con un éxito indudable de público, que las tararea con plena devoción.

Por supuesto, que muchas de ellas son cantadas, obviamente, en castellano. A travës de sus sones se revela una conexión cultural con lo hispanoamericano, que refleja la importancia que en los siglos XIX y XX tuvo el comercio catalán con el continente americano y en concreto con la última joya del imperio español, con Cuba. La figura del indiano, del emigrante vuelto a España tras enriquecerse en América, también está presente en muchos de estos pueblos de la Costa Brava catalana, lo que evidencian las bellas casas levantadas, mostrando una vez más un pasado de intensas relaciones y de conformación española.

El festival de habaneras de Calella de Palafrugell es una demostración de ello, que algunos quieren negar, pero al que los gustos de la verdadera sociedad civil se niega a olvidar.

Dicen, con razón, que es de pueblos inteligentes no olvidar su pasado. Y mucho menos renegar de él. También de sus idiomas, partiendo de la premisa de que el bilingüismo es riqueza.  ¿Por qué un catalán no puede sentirse integrado en una comunidad cuyo vehículo comunicativo puede ser ese castellano con el que disfruta cantando sus habaneras, como hicieron antes que él sus antecesores, independientemente de que entienda la lengua catalana como su instrumento principal identitario?

Las identidades múltiples no solo son más completas. También menos castrantes y mucho menos totalitarias. Ese es el futuro del mundo. Como ponen de relieve las miles de gargantas que este fin de semana disfrutan en Calella de la diversidad. Bendita sea.