jueves, 29 de junio de 2017

Girona

Ayer pasee con mi esposa por Girona, en una visita muy placentera por aquella ciudad cercana a la Costa Brava, esa porción tan bella del Mediterráneo, donde pasamos unos días de vacaciones. Hoy lo hará el rey Felipe VI. 

El monarca podrá ver la profusión de esteladas colgando de los balcones de las casas. Muchas de ellas enarboladas como una exhibición de sentimientos legítimos. Y también otras como expresión de un activismo político que ante la visita de Felipe VI redobla sus esfuerzos por presentar al pueblo catalán como monocorde en su reivindicación independentista. Es lo que tienen los activistas, que convencidos de la bondad innata de sus postulados no paran en sus esfuerzos, ni reflexionan sobre si sus aspiraciones pueden violentar a los demás, ni sobre las consecuencias negativas que pueden tener sobre otros su invasión de los espacios públicos. Por supuesto, que tales críticas no son propias de los independentistas catalanes, sino en general de todos aquellos activistas que sus aspiraciones pretenden imponer, convencer dirán ellos. Con toda la vehemencia posible, la misma que en su magnitud provoca incomodidades a quienes tienen otros sueños.

Ajenos a esos pensamientos, paseábamos mi mujer y yo, dejándonos llevar por los logros arquitectónicos y urbanísticos de una ciudad tan bella. Primero deambulamos por la parte medieval. Visitamos el puente de piedra y el de hierro, basado en los trabajos de Eiffel. Pero sobre todo nos entusiasmó el barrio judío, prueba evidente de la diversidad que en otra época disfrutó la ciudad. Sus tortuosas callejas, sus patios, sus inscripciones y pequeñas tallas labradas sobre la piedra nos recuerdan que existió otra Gerona, allá en aquellos siglos medievales. También disfrutamos de esas iglesias y palacios, con sus bellas escaleras, que no desmerecen la mejor expresión del gótico catalán, un arte que exportó aquel pueblo diverso cuando surcó los mares de la Mediterranía llevandolo a Baleares, Sicilia y Nápoles, provocando nuevos y enriquecedores mestizajes.

También gozamos de la hospitalidad de sus gentes, volcándose en responder las preguntas y dudas de una pareja forastera, sin importarles el idioma. Especialmente, aquella taquillera del Teatro Municipal, al que se accede desde el Ayuntamiento, en una maravillosa metáfora de lo parejo que puede ser la comedia y la política, pero también la tragedia. Aquella mujer se desvivió por mostrarnos huellas del pasado judío, como el árbol de la vida labrado en el dosel del salón de plenos municipal, recomendando el silencio a lo tratado en aquel ágora.

Después, desandando el puente de piedra, pasamos a la otra orilla, donde la burguesía liberal decimonónica construyó su ciudad, con amplias avenidas. Allí disfrutamos de ese maravilloso ensanché, que vemos repetido en tantas ciudades, pero que no por eso deja de tener sus propias singularidades en cada una de ellas, como en Madrid, Bilbao o San Sebastián. También cuenta Girona con una típica plaza cuadrangular, como la de tantas ciudades españolas, que es el epicentro de esa ciudad liberal que crearon los gerundenses de hace cinco y seis generaciones. 

Esa plaza tiene un monumento central a los caídos en la Guerra de la Independencia, frente al invasor francés Y la propia plaza se llama de la Independencia. 

Eso fue hace doscientos años, cuando aquellos liberales construyeron la nación española. Ahora muchos de los nietos de los nietos de aquellos construyen otra nación. Tan artificiosa como la otra, circunstancia que debería mover a reflexión para rebajar vehemencia y activismo, aunque solo sea para evitar tragedias.

miércoles, 28 de junio de 2017

Política con mayúsculas

Solo cabe el rubor ante la utilización que hizo ayer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de la figura de su antecesor, Josep Tarradellas, con motivo de una exposición sobre su figura a los cuarenta años de su regreso a Cataluña.

Puigdemont se identificó con el último presidente de la Generalitat republicana y primero de la Monarquía, atribuyéndose la altura de miras y su hacer política con mayúsculas que mantuvo en su dilata carrera. Tarradellas mantuvo la dignidad de la institución durante un largo exilio, en el que la pobreza más absoluta se enseñoreó de aquel secular organismo. También capeó la falta de apoyos internacionales, que habían llevado al olvido a aquel venerable órgano.

Con solo esas muestras, la altura de Tarradellas no ofrecería dudas. Pero, su talla se agiganta conociendo su actuación en la Transición Democrática, facilitando los acuerdos con sus viejos enemigos que procedían del franquismo y ayudando a la concordia territorial, basada en una Cataluña autónoma dentro de España. Sus desvelos fueron reconocidos por la inmensa mayoría del pueblo catalán y también de todo el español. Hasta el rey Juan Carlos le ennobleció.

Por eso, que Puigdemont se equipare a Tarradellas solo puede obedecer a dos motivos: o bien es una burda manipulación impropia de una persona que es presidente de la misma Generalitat o bien el actual inquilino de su Presidencia no está a la altura intelectual para ostentar tal cargo. No se que es peor. En cualquier caso dice muy poco de un pueblo que mantiene un presidente así.

martes, 27 de junio de 2017

El enfermo europeo

El doble rasero empleado por las autoridades comunitarias con el rescate de los bancos italianos Banca Populare di Vicenza y la Veneto Banca no deja de ser sorprendente, además de discriminatorio con respecto a la resolución tomada con el Banco Popular.

En el caso del Banco Popular, Bruselas impuso el criterio adquirido por los socios comunitarios, consistente en que los rescates no sean financiados con erario público, sufriendo las principales pérdidas los accionistas y los bonistas. Se trata de un criterio claro y razonable: pierden los dueños del banco malogrado, no sus conciudadanos.

Sin embargo, con los dos bancos italianos, la solución adoptada ha sido diferente. Habrá rescate público y los accionistas no perderán toda su inversión. Y eso es posible, porque Italia ha impuesto sus normas.

El problema es grave porque detrás de estos dos bancos, vendrán más. El primero será previsiblemente el Monte dei Paschi, un auténtico peso pesado de la banca, evidenciando las dificultades del sistema financiero italiano.

Y también el hecho de que al enfermo europeo, las autoridades comunitarias no son capaces de ponerle el cascabel. 

Sensacionalismo



El incendio vivido en las inmediaciones de Doñana estos días ha sio tratado por los medios de comunicación con una cierta dosis de exageración y también de sensacionalismo. Sin pretender quitar un ápice a la gravedad del incendio y a la angustia vivida por algunos de los afectados, no está de más precisar que las llamas no llegaron en ningún momento al Parque Nacional.

Sin embargo, desde los periódicos, radios y televisiones, Doñana habìa sido pasto de las llamas. El País, sin ir más lejos, imformó en su primera página del lunes que el incendio había llegado al Parque Nacional, para desmentirse el martes sosteniendo que solo había afectado al parque natural que le envuelve.

Detalles que un periodismo de calidad debería evitar.

viernes, 23 de junio de 2017

Spain is different

Para mucha gente mayor que yo fue un estigma la manida frase utilizada por el franquismo para justificar que aquel Régimen no era homologable a ninguno otro europeo. Tal eslogan se concretaba en el "Spain is different", con el que se pretendía alegar las diferencias insalvables que nos separaban del resto de la humanidad.

Durante los últimos cuarenta años, los españoles hemos demostrado que aquello era una mera excusa y que podíamos ser tan homologables como cualquier otro pueblo europeo. Hasta ahora, lamentablemente.

El nuevo PSOE se ha desmarcado del resto de la socialdemocracia europea y no votará a favor del acuerdo comercial con Canadá. Seguirá así la formación dirigida por Pedro Sánchez las consignas proteccionistas que tan en boga se multiplican por el mundo y que tantos seguidores cosechas desde Trump hasta Podemos, pasando por todos los nacionalistas.

Lo dicho: una pena que el principal partido de la izquierda española haya dejado de ser coherente y se haya entregado a la demagogia.

jueves, 22 de junio de 2017

Instrumentalización de la democracia

Theresa May, la primera ministra británica, convocó unas elecciones con el único objetivo de arrasar a la oposición y disponer de manos libres para negociar el brexit con la Unión Europea, sin tener que consensuarlo con el Parlamento. Aquella jugada, viciada por una utilización instrumental de la democracia, le salió mal, hasta el punto de no disponer ahora de mayoría absoluta en Westminster, a diferencia de antes. 

Ello le ha obligado a variar su estrategia. Ahora promete una negociación consensuada con el Parlamento. Eso, sin duda es una buena noticia para la Unión Europea, porque enfrente no habrá una posición monolítica, pudiendo aprovecharse Bruselas de las divisiones internas británicas

Hace un año, el Reino Unido era un socio comunitario, tal vez receloso de las políticas comunes, pero a fin de cuentas uno los 27 miembros de la mejor construcción democrática mundial. Ahora, está obligado a negociar, incluso a mal negociar, su salida, debido a un plebiscito.

Referéndum que fue convocado por otro primer ministro, David Cameron, que quiso con ello aplastar a la oposición interna de su partido. De nuevo, otro caso de instrumentalización de la democracia. Y las víctimas de todo ello, serán los ciudadanos británicos, pero también todos los europeos.

miércoles, 21 de junio de 2017

Construir Europa

Angela Merkel va desgranando su plan de liderazgo de la nueva Unión Europea, aquella que se construirá tras la defección del Reino Unido.Y lo va haciendo buscando las complicidades de los sectores políticos y sociales alemanes. Si hace un mes, fue en Baviera, ante sus colegas socialcristianos, donde advirtió que Estados Unidos ya no era un socio fiable, ahora ha sido ante el empresariado alemán en Berlín.

La dirigente pidió el apoyo de éstos a medidas futuras, como la creación de un presupuesto europeo y el cargo de un ministro de finanzas de la Unión. Planteamientos que auguran un avance en la construcción europea, aunque demasiado limitado a sus aspectos económicos, lo habitual en la Unión Europea y que ha sido criticado, especialmente desde que en 2008 se desató la principal crisis económica sufrida en el seno comunitario.

Tal crítica, independientemente de que la crisis haya quedado paliada, debería movilizar a los partidos que se dicen de izquierdas en pos de la construcción de una Europa no exclusivamente mercantil, reforzando las cuestiones sociales y culturales, en aras de una identidad común europea.

Por eso no se entiende que el nuevo PSOE dirigido por Pedro Sánchez se deje llevar por el populismo y amenace ahora con votar en contra del tratado de libre comercio con Canadá, negociado por Bruselas. En un momento, en el que la Unión Europea recibe el desdén de los Estados Unidos de Donald Trump y del Reino Unido plebiscitario, no es muy inteligente socavar otra de las pocas opciones transatlánticas existentes, la que encarna Canadá.

El futuro no es parcelar, proteger y construir nuevas barreras y fronteras. Eso hacen los populistas de toda laya que crecen como hongos. En cambio, una Unión Europea fuerte con socios comerciales potentes por todo el Planeta presenta unas perspectivas mucho más halagüeñas.

martes, 20 de junio de 2017

Imbécil

Darren Osborne, el galés de 47 años que ayer arrolló con una furgoneta a los musulmanes que salían del rezo de medianoche del ramadán en una mezquita de Londres, no solo es un asesino, al matar a una de sus víctimas. Es también un islamófobo, que considera que la cultura musulmana en su integridad es despreciable, y un terrorista, porque pretende meter miedo a los integrantes de esa identidad. Pero sobre todo, es un imbécil, en su acepción más completa de falto de inteligencia, al hacer exactamente lo que quiere el Califato Islámico que pase. 

lunes, 19 de junio de 2017

César

Del congreso celebrado por los socialistas este fin de semana se pueden extraer diversos comentarios. unos referidos a su parte más ideológica, entre ellos la polémica cuestión de la plurinacionalidad, pero también otros que inciden en aspectos organizativos, de carácter más interno, que son a los que hoy me voy a referir.

Lo primero y más trascendental es que por primera vez en la historia del Partido Socialista Obrero Español, éste se ha convertido en una formación dirigida exclusivamente por una persona, su secretario general. Investido por las bases, el congreso se ha limitado a refrendar. El cesarismo se ha impuesto en el modelo organizativo, hasta el punto que el líder solo podrá ser apartado mediante decisión de los propios afiliados.

Tamaño poder concentrado en una sola persona se ha traducido en que el congreso celebrado no ha sido el de la unidad, sino el de la cohesión. La nueva ejecutiva federal es absolutamente monocorde, con la única excepción de Patxi López. De hecho, un 30% de los delegados en el Congreso no la han respaldado, lo que sugiere una aguda división interna, que presagia negros nubarrones.

Otra decisión, que formalmente se tomará mañana, muestra el enorme poder adquirido por el nuevo César. Para el relevante cargo de portavoz en el Congreso, máxime en ausencia de un líder que no es parlamentario, el nuevo secretario general no ha elegido a alguien del partido, sino de su guardia pretoriana, premiando la fidelidad personal. Margarita Robles, política no afiliada al PSOE y que desobedeció a la entonces dirección socialista en la célebre votación de los noes sobre Mariano Rajoy, será la nueva portavoz parlamentaria.

Decisiones que dejan pocas dudas y que muestran un modelo organizativo que podríamos resumir con el viejo eslogan de prietas las filas.

Así es el nuevo PSOE. El que quisieron sus afiliados.



viernes, 16 de junio de 2017

Motivos para avergonzarse

Los efectos perversos del Brexit, aquel referéndum convocado por David Cameron por motivos partidistas, empiezan a sentirse en una de las zonas más trágicas del Reino Unido. En Irlanda del Norte, donde dos identidades, en gran medida excluyentes, llevan más de un siglo haciéndose la guerra. La armada terminó en 1998, gracias a los Acuerdos del Viernes Santo, cuya aplicación ha borrado la frontera entre la República de Irlanda y el Ulster británico. Al menos, sus aplicaciones prácticas. No existe ninguna señal ni ninguna restricción para pasar de un lado a otro y los límites son sólo conservados cartográficamente de cara a deslindar las respectivas soberanías.

Esta situación, que sobre todo ha beneficiado a los ciudadanos irlandeses y británicos, puede revertirse, erigiendo de nuevo barreras por culpa del Brexit. De hecho, tal frontera se convertirá en exterior de la Unión Europea cuando el Reino Unido implemente la decisión pebliscitaria de su pueblo. 

Las consecuencias también se extienden al nuevo gobierno de Theresa May, otra líder que también convocó elecciones por decisiones partidistas. Para lograr el respaldo de Westminster, necesita de los diputados del DUP, la formación unionista de Irlanda del Norte. Su rival, el Sinn Féin, el partido republicano y antiguo brazo armado del IRA, ha expresado el miedo y la ansiedad que sienten ante la posibilidad de que se rompan los acuerdos del Viernes Santo.

Vientos armados vuelven a Irlanda del Norte, donde en las tres décadas anteriores a 1998 murieron 3.500 personas por la violencia política. Sin duda que Cameron, aquel infausto primer ministro, tiene motivos para avergonzarse. Incluso, para no salir de casa.

jueves, 15 de junio de 2017

Moción de censura

De poco ha servido la moción de censura presentada por Podemos. Ni siquiera para su líder, quien aparte de aburrir con desmedidos discursos, sobre todo por el tiempo, ha sido incapaz de presentarse como el líder de la oposición. Porque ese era el objetivo de la iniciativa: ningunear al PSOE y mostrar a Podemos como la alternativa de izquierdas al gobierno del PP.

Ha sido tal el fracaso estratégico de Iglesias que hasta el PSOE ha salido fortalecido, con una equilibrada postura de abstención y con el ofrecimiento de la nueva dirección socialista de explorar acuerdos con Podemos con la intención de sacar adelante reformas puntuales. 

Pero Pedro Sánchez debería ser consciente que el límite debe quedar ahí y no volver a plantear una alternativa en el Congreso que eche a Rajoy y le de la Presidencia del Gobierno. Por la misma razón que en junio pasado. No existe en el Congreso una mayoría para ello, ya que Sánchez debe huir de Bildu y ERC, que junto a Compromís, fueron los únicos que votaron a favor de Iglesias, quien ya está otra vez con los cantos de sirena: nueva moción en diciembre.

martes, 13 de junio de 2017

Todo por la Patria




El enésimo roce entre el Poder Judicial y la Generalitat muestra el nivel de enfrentamiento y las ansias de una institución, controlada por los nacionalistas independentistas, de doblegar a uno de los pilares del Estado de Derecho. El Intento de la Generalitat de inspeccionar el trabajo de los jueces que trabajan en Cataluña revela el carácter totalitario que quiere imponer en el futuro estado independiente catalán.

Porque es exactamento eso: un muestra nítida de lo que pretende el independentismo: un Estado totalitario, sin división de poderes. Todo por la Patria.

Autoritarios

En menos de 24 horas, la corriente más izquierdista de las que cohabitan en Podemos ha coincidido con los nacionalistas independentistas catalanes, tachando al Estado español de autoritario. Si el domingo, fueron las asociaciones privadas que organizaron el acto de Barcelona, contando como portavoz a un entrenador de fútbol, ayer fue Anticapitalistas, corriente de Podemos, quien se sumó a esa consideración para argumentar la licitud del referéndum unilateral que una minoría de diputados regionales quieren imponer en Cataluña.

Se escenifica así ese extraño maridaje entre el nacionalismo y la izquierda que se hace presente en demasiadas ocasiones en nuestro país, o en el Estado, como prefieren decir ellos, como el caso de Herri Batasuna, o Unidad Popular, acredita. También en otros, como el caso de Alemania recuerda, donde se asistió al ascenso imparable de los nazis, de los socialistas nacionalistas. 

Ante ello caben dos consideraciones. La primera, es que no toda la izquierda ha tenido estos problemas. Es más históricamente, la izquierda fue en origen internacionalista, denostando a los nacionalistas como burgueses, que en realidad es lo que son. Pero, ante la necesidad de superar en votos a la derecha, es verdad que la izquierda se ha visto tentada a unirse a los nacionalistas. Ya pasó durante la Segunda República y sigue pasando hoy. La última vez con la tentación de Pedro. Sí, la de Pedro Sánchez cuando tras volver a ser derrotado en las elecciones de junio de 2016, atisbó que podía echar a Rajoy uniendo sus votos a los independentistas. Por el contrario, los verdaderos izquierdistas, o al menos los clásicos de esa ideología, han formado sólidas mayorías aglutinando el voto progresista, sin dejarse llevar por los cantos de sirena.

Y la segunda es que el Estado debe rearmarse conceptualmente y no admitir que se le tache de autoritario, reivindicando que España es un Estado de Derecho y democrático, tal como avala nuestra pertenencia a la Unión Europea. Y que los autoritarios son ellos. Si esos nacionalistas y esos anticapitalistas vieran sus sueños convertidos en realidad, impondrían un régimen terrible donde nadie podría discrepar de sus delirios.

lunes, 12 de junio de 2017

Estado autoritario

De esa manera, fue calificado el ordenamiento legal español por los convocantes de la concentración independentista de Barcelona y como tal fue tachado en el manifiesto leído al final del acto por el mediático Pep Guardiola.

Al evento asistió el mismísimo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, aunque fuese convocado por organizaciones privadas. En concreto por la Asamblea Nacional Catalana, Omnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia, que pese a los pomposos nombres de la primera y de la última son meras entidades particulares.

Organizaciones que disfrutan, eso sí, de apoyo social y que disponen de personalidades públicas con ascendente popular para publicitar sus mensajes. Es el caso del actual entrenador del Manchester City y ex del Barcelona, cuya popularidad, cimentada por lo último, no por lo primero, ayudará a difundir el contenido del manifiesto hecho público.

Precisamente por eso, conviene aclarar que pese a Puigdemont, la Asamblea Nacional Catalana e incluso Guardiola, España no es un Estado autoritario. Así lo entiende la Unión Europea, el club democrático más exquisito de los existentes en el mundo, donde ser socio de tan reservado colectivo exige ser un Estado de Derecho, lo contrario a autoritario. 

De tal manera que en España es obligado cumplir las leyes. Y, por tanto, en Cataluña, también, pese a que algunos de los que ayer jaleaban dicho manifiesto quisieran que no fuera así, para imponer sus voluntades. Porque es tan desmedido su anhelo que desgraciadamente pueden terminar incurriendo en..., sí, en el autoritarismo.






jueves, 8 de junio de 2017

Guerra regional

Los ataques de ayer del Estado islámico en Irán no solo muestran la intención de esa organización terrorista por propiciar la extensión de la guerra que asuela Oriente Próximo, sino que confirma que estamos ante una guerra regional que afecta en primer lugar al mundo islámico, pero con ramificaciones extensibles a otras partes del planeta.

La guerra la dirimen dos potencias regionales: Arabia Saudí e Irán. La primera es un régimen teocrático de credo suní, con una visión rigorista de la religión: el wahabismo, inspirador, cuando menos, del islamismo radical que golpea Occidente. La segunda es un régimen teocrático de credo chií, que desde la revolución que destronó al Shah de Persia ha hecho de Occidente su visceral enemigo. Ambos pelean denodadamente por asentar su influencia en Iraq y Siria, países donde la mayoría de sus habitantes son chiíes, en el primer caso, o suníes, en el segundo, pero con relevantes minorías contrarias.

A Arabia Saudí le apoya Estados Unidos, máxime desde que Trump ha roto los equilibrios que intentó forjar Obama, e Irán es respaldada por Rusia. Mientras las víctimas son los centenares de miles de árabes que han muerto ya en esta guerra regional y también, en mucho menor número, los que caen en Europa y Estados Unidos por atentados islamistas.

Tal guerra regional con propensión a extenderse obedece a muchas razones, fundamentalmente centradas en el extremismo conceptual de tales visiones, anidadas en los extremismos suní y chií, pero también tiene su parte de responsabilidad decisiones cuando menos estúpidas como la invasión de Iraq ordenada por George Bush y las anteojeras de la diplomacia europea con Siria. Ambas tierras, el epicentro de Oriente Próximo, son las que se disputan a muerte Riad y Teherán.

miércoles, 7 de junio de 2017

Ridículo

El fracaso de Carles Puigdemont a la hora de mantener unidos a todos los soberanistas catalanes, identificables como todos aquellos que defienden el derecho de autodeterminación de Cataluña, es tan evidente y palmario, después de que los comunes de Ada Colau se hayan descolgado de un referéndum unilateral, que debería obligar a replantear a los secesionistas su estrategia. Esta pasaba por volver a 2014, cuando Artur Mas celebró un referéndum de independencia que por su escasa participación no fue atendido en ningún lugar del mundo, con la esperanza de que un nuevo plebiscito sí que fuera respaldado por más de la mitad de los catalanes, cuestión que el paso atrás del partido de Colau ha vuelto a poner en duda.

El secesionismo, pues, debería asumir que no solo no tiene mayoría para la independencia, sino ni siquiera para celebrar un referéndum unilateral, mero instrumento para alcanza la otra. Porque de otro modo, Puigdemont va a terminar arrastrando a las venerables y seculares instituciones catalanas por el desprestigio.

Y el ridículo. Solo superado por Oleguer Pujol, comparando a su padre con el Dalai Lama, a Cataluña con Tíbet y a España con China. Patético.

martes, 6 de junio de 2017

Vuelta a las armas

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, publica hoy un artículo en diversos periódicos europeos llamando la atención sobre algo, que pese a su obviedad, no está de más recordar:  la conveniencia de que la Unión Europea se dote de una defensa militar. Durante las últimas décadas, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Europa se ha permitido el lujo de delegar esa función en Estados Unidos, confiando en que tal paraguas era suficiente de cara a garantizar la seguridad de sus países.

Sin embargo, la elección de Donald Trump nos ha mostrado lo rápido que se está deteriorando la relación transatlántica. Ya Alemania lo ha advertido, dejando claro que el futuro de la Unión Europea no pasa por Washington, ni tampoco por su aliada Londres, como el referéndum del brexit evidenció.

Tampoco ayuda el vendaval proteccionista que contagia el mundo, insuflando de vigor a los nacionalismos. Nada más alejado del sueño europeo, que consistió en la paulatina supresión de fronteras, cuando sectores cada vez más importantes de la población, incluida la europea, sueña con delinear en los mapas nuevas barreras. 

Una generación de europeos hemos tenido la inmensa bendición de no vernos inmersos en una guerra. No se si la siguiente tendrá tanta suerte o llegará el día en que a cada uno de ellos les obliguen a vestirse un uniforme y a matar en nombre de cualquier patria, alentados por los fabricantes de ellas, que hacen siempre su agosto. 

Eso, la vuelta a las armas.

lunes, 5 de junio de 2017

Yamma el Fna

Todo aquel que conozca la famosa plaza de Marraquech, con su abigarrada multitud y variopintas propuestas, debería rendir un momento de tributo a la desaparición de Juan Goytisolo, uno de sus más celebres transeúntes.

Juan Goytisolo ha sido el último gran heterodoxo español, capaz de mantener con su patria una disputa permanente, hasta el punto de preferir morir en su ciudad de adopción que en la Barcelona que le vio nacer y que en la guerra civil le arrebató, siendo niño, a su madre en un cruel bombardeo.

Heredero de una disposición que tuvo a Blanco-White entre sus mentores, su crítica a España y en concreto a esa España nacional-católica en la que vivió hasta su exilio en París, nunca le abandonó intelectual ni personalmente. Fue de aquellos heterodoxos, que Menéndez Pelayo retrató en su famoso libro y él devoró leyéndolo, convencidos de que había otra posible España: más abierta, más instruida y más reflexiva. Por ello, fue un cimarrón rebelde, dispuesto a airear su tenaz resistencia. 

Hizo de su vida la metáfora de la peor traición existente a ojos de sus enemigos. Por eso, se consideró siempre un redivivo Don Julián, aquel que abrió la puerta de España a los musulmanes, capaz de quitar las anteojeras de la visión sórdida y provinciana de la España franquista. ¡Anatema! Frente al Santiago Matamoros, se erigió en un feliz renegado, un elche al que solo le faltó la conversión religiosa, que no cultural, desde su amado Marraquech. Ni siquiera en estos duros tiempos de islamofobia, cuando los descerebrados reiteran sus orgias sanguinarias, dejó de alzar su voz para comprender al diferente, siempre en contra de los discursos monolíticos.   

Tú lector, si alguna vez has paseado por Yammm el Fna, dedica unos minutos a reflexionar sobre el ilustre y polémico hombre que nos ha dejado. No será estéril, porque siempre será más enriquecedor la existencia de diversas Españas y no una monolítica y excluyente.

viernes, 2 de junio de 2017

Plurinacionalidad

La propuesta de Pedro Sánchez, de nuevo líder del PSOE, de reflejar en la Constitución el carácter plurinacional de España merece unas consideraciones. Primero, que en el texto de 1978 se consagra la soberanía nacional del pueblo español, reservando consecuentemente el concepto de nación para España. Segundo, que reconoce la existencia de nacionalidades, sin citarlas expresamente. Tercero, que en la segunda oleada de estatutos autonómicos, algunas de las comunidades han incluido en esos textos la consideración de nación para sus respectivos territorios. Y cuarto, tales menciones han sido validadas por el Tribunal Constitucional al entender tal término en su acepción cultural y no política.

De tal manera que el organismo interpretador de la carta magna está ofreciendo una senda para solucionar el problema, que pasa por la consideración de esas nacionalidades o naciones en su dimensión cultural, nunca política, porque de otra manera se acabaría con la soberanía nacional.

Dicho lo cual, invito a una reflexión, que podría formularse de la siguiente manera: tan plurinacional es España, como plurinacionales son Cataluña, el País Vasco y Galicia. Es decir, en esas comunidades autónomas hay parte de la población que se considera una nación propia, pero también hay una parte significativa de la misma que se siente integrante de la nación española. Incluso, en todas ellas, la mayoría de sus ciudadanos, a tenor de las encuestas, se consideran a la vez integrantes de ambas naciones. 

Por ello, sería aconsejable en aras de preservar los derechos de todos y superar la disputa de la plurinacionalidad, que además de reformar la Constitución reconociendo a las naciones culturales, los propios estatutos de autonomía admitieran la plurinacionalidad interna de sus comunidades. Todos ganaríamos. Sobre todos los ciudadanos.

jueves, 1 de junio de 2017

Socialismo bolivariano

La asamblea constituyente que Nicolás Maduro quiere imponer para perpetuarse en el poder dictatorial estará compuesta por 542 personas, de las cuales 168 serán elegidas por gremios en listas elaboradas por el gobierno. Un tercio, pues, del órgano al que el chavismo ha encomendado la elaboración de una constitución que cierre el paso a la oposición, será elegido con criterios de democracia orgánica. Como en el franquismo, donde las Cortes estaban divididas en tercios: el método de representación de las consideradas entidades naturales: la familia, el municipio y los sindicatos. al último de los cuales podríamos asimilar los gremios chavistas.
 
Ese es el modelo al que aspira el denominado socialismo del siglo XXI, la revolución bolivariana, que no hace otra cosa que llevar el hambre y la insalubridad a Venezuela. En Europa las corporaciones fascistas ya las padecimos, liberándonos de ellas afortunadamente, no sin sufrir la violencia. Sin embargo, el regreso del populismo ha traído de nuevo peligrosos espejismos, que son seguidos por muchos. ¿Cómo es posible que el modelo venezolano sea exportable a España, tal como sostienen dirigentes de Podemos? ¿Cómo es posible que se denigre la democracia española y se ensalce la venezolana?

Solo la sinrazón lo puede explicar.